Buscar este blog

lunes, 8 de abril de 2013

El holocausto... Algo que NADIE debe olvidar



Hola, homies:
Retomando un poco la actividad bloguista, traigo este relato que me llegó y al cual encuentro más que apropiado dada la fecha, para mantener viva la memoria y aprender a respetar la vida y los derechos de todos y cada uno de los individuos que habitemos el planeta, más allá de nuestras creencias religiosas y/o políticas:


Día del Recuerdo del Holocausto y el Heroísmo

 
Shalom amigos:
Este boletín habla sobre la supervivencia, la supervivencia de los judíos durante el holocausto. Este boletín se refiere a mi sobreviviente personal del holocausto que falleció el verano pasado. Este boletín se refiere a un niño, no un héroe, no una víctima, un niño que deseaba vivir y mantener vivo a su hermano en circunstancias imposibles. Este boletín se refiere a mi padre.
Años en París
Mi padre, hijo de inmigrantes judíos polacos, nació (1932) y creció en París. Sus padres decidieron darle un nombre francés, Henri, para tratar de adaptarse al nuevo país. Durante la Segunda Guerra Mundial, su padre se alistó en el ejército francés y cuando los alemanes invadieron Francia atravesando la "Línea Maginot", lo tomaron como prisionero de guerra. Su madre enfermó y falleció cuando mi padre tenía 9 años (1941). 
Ocultos en una iglesia
Después de estos sucesos, enviaron a Henri y su hermano menor, Lucien, a ocultarse en un pequeño pueblo de Francia llamado Foulletourte. Tenían que ocultar su identidad judía para evitar que los alemanes los capturen y los lleven a un campo de exterminio. El sacerdote del lugar hizo participar a mi padre en el coro de la iglesia para acentuar su condición de no judío, pero nunca le dio el pan santificado en honor a su verdadera religión. Mi padre recordaba que él realmente deseaba probar ese pan para ser igual a todos. En una posterior visita a este pueblo, descubrimos que este sacerdote era miembro de la Resistencia Francesa (un movimiento francés que luchaba contra la ocupación nazi-alemana) y que fue capturado y asesinado por los alemanes.
Un niño en el campo de concentración de Drancy
Más adelante, se descubrió la condición de judío de mi padre y, a partir de ahí, tuvo que usar la insignia amarilla (טְלַאי צָהֹב) que era obligatoria para identificarlo como judío durante el régimen de Vichy en Francia.
Judío
Un día, llegó la policía alemana y se llevó a mi padre, su hermano y otros niños judíos a Drancy, un campo de tránsito no muy lejos de París. Con el paso del tiempo se descubrió que la informante había sido la mujer francesa que estaba a cargo de los niños. Irónicamente, su hijo era muy amigo de mi padre.
Drancy era un campo que se utilizaba para alojar a los judíos (יְהוּדִים) que más tarde iban a ser deportados a los campos de exterminio (מַחֲנוֹת הַשְׁמָדָה). Las condiciones en estos campos eran inhumanas, mi padre tenía hambre y frío todo el tiempo, pero compartía con su hermano la poca comida que recibía.
Drancy
Una de las mujeres que se encontraba en el campo, le sugirió que debía pedirle al comandante de las SS del campo, Alois Brunner, que lo trasladen a un orfanato, junto a su hermano, ya que su madre había muerto y su padre era un prisionero de guerra.
El veredicto del oficial de las SS, Brunner
Alois Brunner era conocido como el "hombre de confianza" de Adolf Eichmann y fue el responsable de enviar unos 140.000 judíos europeos a las cámaras de gas. Dedicaba una hora por día para hablar con sus prisioneros. Luego de unas semanas aceptaron que mi padre, quien en ese entonces tenía 10 años de edad, hablara con Brunner. 
Mi padre recordaba haber entrado en una sala enorme. Esta sala tenía el tamaño de todo un piso. En el piso inferior vivían sesenta prisioneros en el mismo espacio. El comandante estaba sentado al final de la sala y a mi padre le parecía interminable la distancia entre la puerta y el comandante. Con mucho coraje, se acercó a la autoridad y le explicó su situación con la ayuda de un traductor franco alemán. Brunner murmuró algo en alemán que mi padre no comprendió.
Orfanato Guy Patin
Para su sorpresa, unos días más tarde fue enviado con su hermano y otros niños al orfanato Guy Patin. Los nazis tenían libre acceso al orfanato y de vez en cuando buscaban a niños mayores para enviarlos a los campos de concentración. Mi padre recordaba que cuando los nazis venían a buscar víctimas para enviar a Auschwitz, él se escondía entre la pared y el armario. Entre 65.000 y 80.000 judíos fueron deportados de Drancy, de los cuales, más de 63.000 fueron asesinados, entre ellos 6.000 niños. Mi padre y su hermano fueron más que afortunados.
Escapar a la Zona Libre
Pero la suerte no era suficiente. Si bien mi padre sabía que el orfanato Guy Patin no era un lugar seguro, no había nada que pudiera hacer. Un día, un conocido de mi familia le hizo saber que lo iba a ayudar para que escape con su hermano a la zona libre. Tenía que mantener esto en secreto y no contarle a sus amigos ni a su hermano de 5 años, muy conversador. Llegado el momento, se escaparon hacia una estación de metro y se encontraron con la persona que iba a ayudarlos. Ahora debían deshacerse de la insignia amarilla, pero luego de quitarla de su abrigo, la marca de la Estrella de David en la tela era muy clara y podía revelar su condición de judío. Fue al baño y manchó todo su abrigo para que no se note la marca de la insignia. Finalmente llegaron a Marsella que era la zona libre de Francia.
Esta historia es sólo una parte de la historia de supervivencia de mi padre. Nunca se consideró una víctima. Cuando era pequeña, ni siquiera sabía que era la hija de un sobreviviente del holocausto, no porque él no hablase del tema, sino porque nunca habló de si mismo como una víctima, estaba demasiado ocupado construyendo su vida y el futuro de su familia.
Ahora que esta generación se está desvaneciendo, dejando cada vez menos personas que cuenten las historias de su propia boca, nos corresponde a nosotros recordar, honrar y contar estas historias al mundo. Cada año, el 27 o 28 de Nisan (8 de abril de 2013) conmemoramos en Israel el Día del Recuerdo del Holocausto y el Heroísmo (יוֹם הַזִּכָּרוֹן לַשּׁוֹאָה וְלַגְּבוּרָה) en honor a los seis millones de judíos que perecieron en el Holocausto como resultado de las acciones realizadas por los alemanes nazi y sus cómplices y a la resistencia judía en ese período.
להתראות,
Lehitra’ot,
¡Hasta pronto!
שירה כהן-רגב
Profesora de Hebreo en eTeacherHebrew
 
 
Mi saludo en silencio por todos los mártires que se llevó ese enfrentamiento bélico, del cual NO HUBO NI UN SOLO VENCEDOR, SINO VARIAS GENERACIONES DEVASTADAS.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, deje aquí su aporte. Muchas gracias.