Esta entrada no me genera satisfacción,
sino por el contrario, mi afán, mi búsqueda por el lograr que legalicen y
coordinen un ente regulador de la educación desescolarizada se acrecienta de
manera irrenunciable.
En Argentina, no sé si estarán al tanto en
otros países, se convino que las clases para un nuevo ciclo lectivo en 2013,
iniciarían el 25 de febrero, o sea, una locura absoluta.
Para esa época del año, resta aún casi
un mes para dar inicio al otoño, y no menos importante es que pese a estar
transitando el otoño, muchísimas veces tenemos temperaturas que superan la
marca de 25 °C. Díganme con qué voluntad esos chicos van a aprender, a prestar
atención, tener voluntad de hacer actividad alguna.
Yo comprendo la necesidad de asegurar un
período razonable de clases, pero no apruebo bajo ningún motivo tamaño error.
Si por lo menos las instituciones
gozasen como muchas empresas, de ambiente aclimatado, aquel que permita al
individuo desarrollar sus tareas, sin factores externos que minimicen o resten
capacidad, sería diferente. Pero son muchas las situaciones en las cuales se
debe dar gracias al Cielo, si cuentan con un ventilador de techo en condiciones
más o menos aceptables, de funcionamiento.
Y esta crítica va también por los
señores que solo piensan en que “el inicio de clases tan temprano, somete a un
recorte considerable para el turismo”, yo me pregunto, ¿no?, si quieren un país
evolucionado o un país mediocre, donde se viva casi como en comunismo, donde
todos los habitantes tengan el mismo estilo de vida, lo más estándar d posible
y que declinemos la educación por unos pesos más en las arcas de los
comerciantes.
Pensemos en positivo, de manera
razonable, para ganar siempre se debe
ceder, ya sea en esfuerzo invertido, en tiempo de nuestra parte. Si todos
aportamos de nuestra parte, el dia de mañana, y durante lo que se disponga dure
el ciclo vacacional escolar, que es la mayor época de ingreso de divisas por el
turismo, las ganancias serán más que considerables, porque habrá gente mejor
sentada frente a la vida laboral y por consiguiente, mejores puestos de trabajos
a los que puedan acceder, lo que lleva a salarios más suculentos y amparados
por el régimen de vacaciones, tanto en invierno como en verano.
Insisto: ¿Cuándo la gente va a tener “Mentalidad
a futuro”?
Saludos reflexivos, deseando a todos, un
buen fin de semana.
Ximena
Ximena
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