Ya
ha sido opublicado para e-book, el libro educar en Familia de Ipe
Ibarlucea, del que ya hablamos en su momento, ciando fue presentado en
otro formato. Se titula Educar en familia nociones básicas de tipo práctico.
El libro es coral, y cuenta con las colaboraciones de muchas personas, que educan o han sido educadas en casa.
Carmen Ibarlucea publica en el Boletín de Clonlara,
el modo de adquirirlos, tanto en versión digital como en papel, Yo lo
adquirí en versión digicital por sólo tres euros, y la verdad es que es
un regalo, un texto tan lráctico con ilustraciones y fotografías.Muy
recomendable.
Este es el índice:
Introducción pag. 11
Clonlara y la educación en familia pag. 15
Los primeros años pag. 17
El placer de crecerpag. 45
La delicada adolescencia pag. 91
Libros que nos tienden la mano pag. 131
Para hacer boca, reproduzco un párrafo del texto:
Lo encontrarán en todas partes Una de las cosas que más nos gusta en la primera infancia es tocar.
El
tacto, es quizás la cenicienta de nuestros cinco sentidos, y sin
embargo es el sentido que mejor logra hacernos salir de nosotras/os
mismas, y nos abre tanto al mundo inanimado, como a los demás. Tocar nos
da la posibilidad de conocer de forma íntima aquello que está fuera de
nosotros. Y podemos tocar con todo nuestro cuerpo, no solo con las manos
o la boca (nuestras primeras herramientas autónomas para tocar), pero
nuestro cuerpo en toda su extensión puede ofrecernos experiencias
táctiles que nos ayudarán por un lado a conocernos y por otro, a conocer
el mundo, tanto en su lado amable, como en el doloroso.
Conversar
sobre ello hará la experiencia más completa. Son muchas las
posibilidades que nos brinda la vida cotidiana para apreciar las
diferencias entre las sensaciones que podemos experimentar al tocar:
frío, calor, dolor, afecto, … Y jugando con los elementos más básicos de
la naturaleza vamos a encontrarnos con que podemos identificar y
catalogar (es una forma de decir) estados de la materia, líquidos (agua,
zumos, detergentes, etc.) o sólidos (arena, piedras, serrín, corteza). Y
la sensación que provocan en nosotros: son suaves, rugosos,
gelatinosos…
Termino con estas palabras de la autora:
Dedicado a todas las madres y padres que buscan opciones para la felicidad de sus hijos e hijas.
Y
mi gratitud a: Alba por su apoyo y su paciencia; y a Ismael, mi primer
nieto, por dejarme ser parte de sus juegos. A cada una de las madres,
niñas y niños que han compartido su experiencia y su saber en este
libro. Y sobre todo a los/as adolescentes que han colaborado con ilusión
en el capítulo III, rompiendo moldes. Y una nota especial para Pilar
Redondo y Juan Carlos Vila por corregir mi ortografía y subsanar mis
errores de estilo. Cariños inmensos.
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