Sigo con mi recorrida por la net, buscando herramientas, información, todo lo que nos pueda ser útil, servir de ayuda para exigirle a nuestras autoridades la posibilidad de reconocer como válido y legal a la educación en el hogar, se llame como se llame: homeschooling, homeschool, educación desescolarizada, educación desde casa, etc.
Encontré esta nota en un blog desde el enfoque de periodismo independiente pero apuntando a la parte socioeducativa, en este caso de España:
Por Andrea Jarabo - 25 de febrero de 2011
La escuela es percibida como la principal
institución educativa, en cuanto a saberes explícitos se refiere. De
hecho, históricamente su función ha estado encaminada a la instrucción
de la población. Pocas veces quedan presentes otro tipo de educación al
margen de la escuela llegando incluso a asociarse aprendizaje como
instrucción escolar. Se quedan fuera de algunas representaciones
sociales el hecho de que el aprendizaje es una actividad propia del ser
humano que se da en todos los ámbitos y momentos de la vida. A pesar de
esto, desde la década de 1990, en España están surgiendo una forma de
enseñar que sí que se plantea como sustitutoria de la escuela. Esta
forma de enseñar se concretaría en el Homeschooling.
El homeshooling o educación en casa se podría definir como el proceso educativo que se produce en el seno de la familia al margen de la escuela, y que es alternativo a la escolarización.
Es decir, es la elección por parte de unos padres (y, a veces, por
parte también de los hijos) de educarse dentro del ámbito familiar en
vez de dentro del ámbito escolar. Así, según la Asociación por la Libre Enseñanza
(ALE), la enseñanza en el hogar “significa asumir de forma integral la
educación de nuestros hijos, tanto en los aspectos de la adquisición de
conocimientos y habilidades, como en la transmisión de valores y
principios, sin delegar ninguna de estas funciones en instituciones
educativas, lo que no excluye el contactar con profesionales o
especialistas para ampliar su educación”.
Desde ALE se estima que el número de
niños que practican esta opción educativa en España es de 4.000, siendo
en otros países mucho mayor. Por ejemplo, en EEUU, el número aumenta
hasta los dos millones de niños. A pesar de tener estas cifras, el censar
a aquellos que realizan esta práctica educativa es muy complicado
debido a la particular situación legal en la que están inmersos.
Situación legal del Homeschooling en España
Esta opción educativa surge dentro de un vacío legal. Por un lado, desde la LOGSE (pdf) la educación hasta los 16 años es obligatoria y gratuita, ampliada desde los 3 años en la LOE
(pdf). Sin embargo, el artículo 27 de la Constitución Española señala,
en primer lugar, que “se reconoce la libertad de enseñanza” y, por otro
“los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para
que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de
acuerdo con sus convicciones”. Por otro lado, en el artículo 36 de la
declaración Universal de los Derechos Humanos, se afirma que “los padres
tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de
darse a sus hijos”. Dentro de este marco, la situación de aquellas
familias se que deciden por esta opción educativa se podría definir como
a-legal, ya que el contenido de las diversas leyes es contradictorio. A
pesar de esto, el argumento que esgrimen las familias que educan en
casa es que la Constitución Española es un documento legislativo de más
amplitud y que está por encima de otro tipo de legislación como las
leyes educativas, en este caso, la LOE.
Esta situación legal no es la misma en
todos los países. Tanto dentro como fuera de la UE está reconocida como
legal esta práctica educativa. Así, Gran Bretaña, Italia, EEUU, Francia,
Australia o Canadá incluyen dentro de las formas de educación legales
la educación en familia. Dentro del ámbito español, asociaciones como
ALE o la Coordinadora Catalana para el Reconocimiento y la Regulación de la Educación en Familia trabajan
para que esta opción educativa esté reconocida como legítima. Esta
petición de reconocimiento está basada en la necesidad de que su opción
no se realice de forma clandestina y en una situación de a-legalidad,
sino que quienes opten por ella lo hagan con los mismos derechos y
deberes que aquellos niños y familias que eligen la escolarización.
A pesar de querer este reconocimiento
legal, se niegan a una intervención en los métodos pedagógicos y en el
recorrido educativo que lleva el alumno. Dicho de otra forma, se niegan a un control estatal porque supone la subordinación a un currículum oficial.
El cumplimiento de éste lleva consigo una determinada práctica
pedagógica, cuya evitación será una de las razones (probablemente la más
importante) de la elección de este tipo de educación en vez de la
escolar. Además, una intervención y control estatal serían
contradictorios con la petición de la libertad de elección de contenidos
y prácticas de estas familias. Por otro lado, resulta complicada una
educación en familia reconocida y no sujeta a un control estatal, debido
a que la intencionalidad de la LOE sería asegurar la posibilidad de
acceso al conocimiento y a las oportunidades de desarrollo laboral y
personal a todos los ciudadanos y, además, en las mismas condiciones.
Aunque esto, en efecto, no se dé, aceptar de forma explícita una forma
de educación no sujeta a esta homogeneización de oportunidades sería
contradictoria con su planteamiento inicial. Al fin y al cabo, este caso
concreto se podría conceptuar (al igual que la educación en valores)
como una lucha de legitimación como organismo mediador de los
conocimientos del niño entre familia y Estado.
Características socioeconómicas de las familias que educan en casa
Tener datos estadísticos de las familias que practican el homeshooling es bastante complicado debido a su situación legal. En el contexto español, hay una encuesta
realizada por Carlos Cabo, a la que respondieron 114 familias, y
realizada entre diciembre de 2008 y noviembre de 2009, que orienta sobre
la situación socioeconómica de las familias homeshoolers,
además de sus motivos para educar en casa. Cabe resaltar que no se pudo
acceder al formato de la encuesta, por lo que no se sabe cuales fueron
las preguntas, siendo éste un elemento que puede cambiar la
interpretación de los resultados. Sin embargo, al no tener otros
indicadores y al ser utilizados estos materiales por familias afines al homeschooling, van a utilizarse como datos válidos.
En primer lugar, en relación con los estudios de padres y madres de familias que educan en casa, un 57,95% tienen estudios universitarios,
frente a un 32,1% con estudios secundarios y un 9,9% con estudios
primarios. A pesar de esto, la distribución por género es diferente,
siendo el porcentaje de mujeres homeschooles universitarias mayor que el
de los hombres. Si se toma la unidad familiar en la que uno de los
cónyuges tiene titulación universitaria, entonces las cifras aumentan a
un 75% de familias con titulación universitaria. Estos datos nos
muestran que aquellos que deciden tomar parte por esta opción educativa
son, en su mayoría universitarios. De aquí se pueden sacar diferentes
conclusiones.
Por otro lado, el número de graduados
universitarios en la población general, según la OCDE es de 29,9% de
manera que se puede apreciar una diferencia cuantitativa muy grande en
relación con el número de familias homeschoolers con estudios
de este tipo (75%). Aunque el manejo de datos por porcentajes no permite
establecer relaciones directas, sí que se puede ver que, quizás, a la
hora de elegir esta opción educativa, el hecho de tener un nivel
cultural más alto (en principio, procurado por unos estudios más
avanzados) es un factor importante. Esto podría ser debido a que el
proceso de toma de conciencia de los problemas escolares de los que
participa el niño, que puede llevar a plantearse la educación de esta
forma, necesita de una búsqueda de alternativas educativas. Por otro
lado, si se hace una relación positiva entre la titulación universitaria
y el estatus socioeconómico, parece importante tener una buena estabilidad económica para dedicarse a tiempo completo a la educación de los hijos,
ya que se renuncia a la vida laboral. Sería necesario para hacer estas
conclusiones, conocer la situación económica de estas familias. Quizás
el investigar sobre esta cuestión es una de las carencias de la encuesta
ya que elimina una fuente de datos muy interesante.
En segundo lugar, otro indicador sería el
relacionado con la ideología sociopolítica, concentrándose el mayor
número de personas en el centro (45,7%), seguidas por un 29,9%
que se califican de izquierdas y un 10,3% de extrema izquierda frente a
un 12% que se considera de derechas y un 0,5% de extrema derecha
Estos datos son relevantes porque plantean el hecho de la
heterogeneidad dentro del grupo que educa en casa, de manera que no se
trate a este grupo de población como uniforme ideológicamente. Aunque,
en todo caso, parece clara la orientación de centro e izquierda, frente a
la de derecha.
Por otro lado, hay un apartado especial
para la ideología religiosa. Este indicador es fundamental por la
asociación que se produce, sobre todo desde los medios de comunicación,
de educación en el hogar y religión católica. Esto puede ser debido a la
visibilidad de los movimientos homeschooles católicos que existe en Estados Unidos.
En este caso, el 76% de las familias se declara no practicante, siendo
el restante 24% practicante. Sin embargo, si se analiza la posición ante
el fenómeno religioso, se ve que el 56,70% es indiferente, el 8,75% es
antirreligioso y el 1,9% es agnóstico. Para el 21%, la religión juega un papel importante en sus vidas y el 11,6% tiene un sentimiento espiritual de la vida.
Quizás, aunque este último porcentaje no se considere como religioso,
se debería ver la formulación de las preguntas a este respecto ya que
puede que haya un sesgo para evitar las respuestas de tipo afirmativo en
la cuestión religiosa. Esto podría estar causado por un deseo de dar
una imagen de las familias que educan en casa alejada del estereotipo de
familia que educa en casa por motivos religiosos. En el análisis que
realiza el autor de la encuesta, introduce el último porcentaje señalado
dentro de aquellos para los que “la religión cuenta poco o nada”.
El último punto que se va a tratar es
fundamental, pues se refiere a los motivos para la no escolarización. El
motivo principal (en el que se incluyen el 58% de los encuestados)
sería el pedagógico. Con motivos pedagógicos se identifican aquellas
familias que no están de acuerdo con la estructura y los procesos de
enseñanza que se realizan en la escuela. Es decir, se plantearía la necesidad de otro tipo de educación
para sus hijos en tanto que la escuela no satisface las expectativas de
enseñanza de estas familias. Así, sería dentro del seno familiar el
mejor contexto para educar a los niños. El segundo de los motivos con
más porcentaje, el 18,6%, es el personal. Este grupo incluye razones muy
heterogéneas que se concretan en características de la idiosincrasia
familiar. La inadaptación del niño a la escuela, la imposibilidad de
escolarización por enfermedad del niño o la comodidad para la familia
(por ejemplo, en cuanto a flexibilidad horaria) serían razones
encuadradas dentro de esta categoría.
En tercer lugar, las razones de tipo
socio-relacional tendrían el 12,75% del total. Este grupo elegiría la
educación en casa para evitar los problemas percibidos por los padres que surgen en el niño derivados del paso por la escuela (tabaquismo,
falta de respeto, drogadicción, acoso escolar…). Pero también, por el
aumento de la cohesión familiar mediante el contacto continuado de
padres e hijos. En cuarto lugar, los motivos ideológico-políticos serían
aducidos por el 8,3% de los encuestados. Esta elección de tipo
ideológica se realizaría por la conciencia personal del papel que tiene
la escuela como legitimadora de ciertos saberes y de ciertas formas de
actuar en concordancia con el sistema capitalista. Es decir, percibirían
la escuela como una institución homogeneizadora y segregadora, cuya
evitación sería entendido como un acto de resistencia frente a lo
establecido. En último lugar, el 1,9% de los encuestados se explicó su
elección del homeschooling por motivos ideológicos-religiosos. En este
caso, estas familias quieren transmitir los valores religiosos en el
seno familiar y mantener a sus hijos alejados del laicismo imperante en
la sociedad.
De estos datos, los fundamentales parecen
aquellos referentes a los motivos de la no escolarización. Este es un
proceso costoso que requiere la toma de conciencia de una situación
estructural que, en estos casos, es percibida como problemática. En
términos generales, aunque los motivos sean de diferente índole, es
común la negación de un proceso que se da por naturalizado en la mayoría
de los casos: el proceso de escolarización. Por ello, indagar más en
los motivos de estas familias, no sólo da muchísima información de
aquellos que han decidido educar en casa, si no de qué problemas son
percibidos (y, en cierto modo, son una realidad) en el contexto escolar.
Por otro lado, sería interesante conocer de los encuestados las
características tanto económicas como demográficas para poder realizar
una construcción más multifactorial de este conjunto de la población.
Además, esto permitiría elaborar explicaciones mucho más complejas y
ricas de las que se pueden realizar con sólo estos datos.
La escolarización como indicador de desarrollo de los países
En el proceso de reclamo de un
reconocimiento de la educación en el hogar, es importante la
clarificación de las posiciones, tanto de la Administración como de las
asociaciones de estas familias. Por un lado, tal y como se ha señalado
antes, la escolarización es un proceso que se puede entender como un
indicador del desarrollo de los países; por ejemplo, mediante la
incursión de la dimensión “educación” en el Índice de Desarrollo Humano.
En este sentido, el hecho de tener una educación obligatoria de 3 a 16
años sería entendido por la Administración como lo único que posibilita
una homogeneidad en el acceso a la educación y el mundo laboral. Por
otro lado, la rigidez normativa con la que se constituye la escuela, al
ser una institución que debe dar cabida a tan amplio espectro de la
población, probablemente produzca una serie de problemas a evitar.
Problemas como el fracaso escolar, la no atención a la diversidad, el
que el éxito escolar esté más relacionado con el trabajo individual y el
apoyo familiar que con la labor docente, hace pensar que la escuela no
está cumpliendo el objetivo básico que se había impuesto: favorecer la
igualdad de oportunidades.
Ante este hecho, las familias homeschoolers deciden
educar a sus hijos en casa. Sin embargo, la falta de control de la
Administración sobre la educación de estos niños, sería un problema en
el caso de que se reconociera como legítima esta opción. Esto es así
porque, al ser la libertad de educación (tanto en contenidos como en
métodos) lo que plantean las familias que educan en casa, es
incompatible un control estatal. Sin embargo, si el Estado no controlara
el proceso educativo de estos niños estaría faltando a la premisa
fundamental de la escolarización obligatoria: no habría la seguridad de
que estos niños están teniendo las mismas oportunidades que el resto de
los niños escolarizados.
Fuente:
http://periodismosocialyeducativo.wordpress.com/2011/02/25/el-fenomeno-homeschooling-en-espana/
Súper completa, un enfoque sesudo sobre el tema.
Cariños para todos,
Ximena
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