Al Estado Argentino,
Al Poder Ejecutivo,
Al Ministerio Nacional de Educación,
“Todos tenemos derecho a estudiar, más allá de
nuestras posibilidades económicas, más allá de la distancia de la cual nos
encontremos del establecimiento educativo más cercano, más allá de nuestras
creencias políticas, de nuestro credo, de todo lo que nos individualiza y nos
hace diferentes unos de otros.
Toda persona tiene derecho a formarse e instruirse, y
si el Estado, desde su rol de contralor de la aplicación de la ley y los
derechos de todos y cada uno de los habitantes de su territorio, quiere estar
informado sobre el avance o el grado de capacitación que recibe cada ciudadano,
debe hacerlo valer, y de hecho, lo aplaudo, pero con la libertad de estudiar
desde donde uno pueda, sin obligar a nuestros mayores a endeudarse como nunca
antes en la vida porque la calidad de educación pública, laica y gratuita que
se ofrece desde las instituciones gubernamentales carece de equilibrio, equidad
e igualdad conforme la zona del país o del grado de importancia que le den las
autoridades locales de dicha área.
Haciéndome voz al unísono de tantos otros que piensan
como yo, solicitamos se nos permita estudiar fuera de las escuelas,
desescolarizarnos, pero no así dejar de formarnos, sino por el contrario,
promover el estudio a conciencia, el aprendizaje adecuado y útil para la vida
adulta, para poder desenvolvernos como se debe frente a la búsqueda laboral, al
ingreso a las casas de altos estudios (universidades, facultades, terciarios,
tecnicaturas, etc.)
Esa es la tarea del Estado, obligar a que una persona
dé lo mejor de sí, tenga valores útiles para la vida cotidiana, respetuoso del
par, atento a la legalidad y un ser civilmente formado para convivir en una
sociedad avanzada, pluralista, tolerante e igualitaria.
El Estado debe atenerse que la tecnología, la madurez
de pensamiento no puede ser solamente asequible al momento de presentarse a una
campaña electoral, para ser conocido cada candidato hasta en el punto más recóndito
de la geografía nacional. Sino que debe estar al servicio de todos, siempre que
esto sea posible, y de no serlo, poner toda la voluntad para que ese
impedimento se revierta.
Solicito, como estudiante, como alumno, como hijo y
como futuro ciudadano con la facultad de elegir mis autoridades mediante el sufragio
obligatorio y universal, según la ley de 1912, promulgada por Sáenz Peña, que
se habilite y reconozca la capacitación a distancia desde el nivel primario,
teniendo la misma validez académica que aquella que se cursa de manera
presencial en cualquier establecimiento público o de gestión privada, de
reconocimiento oficial.
Es mi derecho el de capacitarme, y es obligación del
Estado facilitar las herramientas para que ello ocurra, sin que mi integridad física
y/o moral se ve vulnerada por los constantes paros docentes, justificados o no,
las excesivas cuotas arancelarias de los colegios privados, lo que conlleva a
un déficit en la mayoría de las economías de muchas familias, quienes por el afán
de brindar lo mejor para sus hijos, se internan en tácitos empréstitos que
luego terminan siendo procesos legales de cobro, y en muchos casos, al punto de
convenir un embargo judicial sobre los salarios de los padres.
Demando, desde el lugar de la coherencia y la lógica,
el reconocimiento, permiso, aval y promulgación de una ley que habilite la
educación a distancia, se esté o no fuera del territorio argentino, mediante el
uso del SEAD u ofrecer la alternativa de formar un protocolo que habilite a
entidades educativas a conferir tal tarea, tal como fuere en su momento lo
propuesto por el Colegio de la Victoria, sito en Metán,
Salta. Y bajo ese reglamento, se nos otorgue el título oficial para poder
seguir cursando estudios, si así cada individuo lo considerase.”
Firma un estudiante que está cansado de no aprender nada, vivir de
feriado en feriado y ver a mis padres sumidos en una preocupación inmensa por
las cartas intimatorias desde la administración del colegio privado al cual
concurro, ya que las escuelas públicas más próximas tienen alumnados
reconocidamente violentos, hasta por las propias autoridades que las regulan, y
quienes se sienten impotentes de no poder un punto final a tal temible situación
social.
¿¿¿Nos ayudas firmando para que se revea y en Argentina todos puedan estudiar a distancia, desde el primario mismo, por favor???
http://www.change.org/es-AR/peticiones/reformar-la-len-26206-sobre-la-educaci%C3%B3n-a-distancia-en-menores-de18-a%C3%B1os#
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