Estamos ya en fin de año, las vacaciones en mi lugar de residencia comprenden mediados de diciembre a mediados de febrero/principios de marzo, por lo cual, en el mes de enero (n sea, a partir de mañana) me tomaré esos treinta y un días de descanso, porque si Dios así lo permite, tendré un arduo año por delante, ya que estaría implementado de manera tangible y real, la educación en casa, para mi hijo que ingresa al nivel secundario. Por ello, es muy posible, casi seguro, que ese tiempo lo dedique plenamente a revisar los textos escolares que utilizaré para desarrrollar su programa de estudios, a fin que no me agarre de imprevisto y pueda ir adecuándolo de manera que cada tema concatene con el siguiente, así deba alterar el orden con el cual las unidades temáticas vienen organizadas, en el material impreso.
Lo certero es que a partir de febrero, retomaré la actividad blogger y subiré muchas entradas sobre cómo organizo mi vida de mamá homeschooler, los horarios, la diagramación de materias por día, los títulos de libros que incluiré en el plan extracurricular para mejorar su ortografía, redacción y pulir la capacidad de comprensión lectora, algo tan pero tan vital en los tiempos que corren, donde los mensajes subliminales están a la orden del día, y por lo gral., con un costado negativo.
En su momento, tuve un ideario (pautas de trabajo) pero con el correr de los días, y en función de un piloto realizado sobre la educación sin escuela, durante el último semestre de 2011, les aseguro que fue sumamente complicado llevarlo a la perfección, en especial si se tiene más de un niño en casa o inexperiencia, como era mi caso, en la educación desescolarizada. Aunque reconozco que persigue cuestiones realizables, como inculcar que en el rato dedicado al estudio, no charlemos sobre qué salida habrá el fin de semana, por ejemplo, y esa es una manera de adecuar la mente a enfocarse en algo determinado, sino se vuelve tan complicado como la función de un docente frente a un alumnado numeroso.
Una vez pulido todo lo que tenía guardado como organización jornal, lo copiaré para dejarles un ejemplo de cómo podrían diagramar vuestra jornada.
Me despido con el beso más grande que pueda enviarles, deséandoles un precioso Fin de Año, un espléndido enero y los mejores augurios para el año que comienza.
Con el cariño de siempre, hasta la vuelta!
Ximena
¡FELIZ
AÑO NUEVO PARA TODOS!
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